La Xunta presentará una ley de garantías de espera sanitaria

Condiciona este compromiso a que el Gobierno no retire los fondos de cooperación.

Feijóo desea a Pachi Vázquez que en 2011 cambie su "oposición" de "patinazos cotidianos" y éste le acusa de "mentir" a los gallegos.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se ha comprometido a que el Gobierno gallego presentará en el primer semestre del año que viene una ley de garantías de demora máxima sanitaria si el Ejecutivo central revoca su intención de no ingresar los 243 millones de euros del Fondo de Cooperación, que la Administración autonómica tiene presupuestado en sus cuentas para 2011.
Así lo ha anunciado el máximo mandatario gallego en la sesión de control en el pleno, que este miércoles no hará el descanso del mediodía, en un cara a cara en materia sanitaria que mantuvo con el jefe del grupo mayoritario de la oposición, el socialista Manuel 'Pachi' Vázquez, quien le recriminó el "recorte" presupuestario para la gestión de este área, que cifró en 168 millones de euros.
Feijóo se reservó para los últimos segundos de su intervención el anuncio de que la Xunta presentará esta normativa en seis meses si el Gobierno central cambia sus planes respecto de los fondos de cooperación, una postura que el Estado ya ha incidido en varias ocasiones que no modificará.
"A pesar de las dificultades financieras, a pesar de los 2.6000 millones que nos dejaron a devolver, si cumplimos el pacto de financiación y a Galicia no se le retiran los 243 millones de euros, traeremos una ley de garantías de demora sanitaria", se comprometió el presidente gallego.
Al respecto, ha explicado que se trata de establecer una normativa que "establezca una garantía máxima por patología" en función de la "gravedad" de los pacientes, con "plazos máximos" en las listas de espera". "Seguro de lista de espera en la sanidad pública", ha proclamado y reivindicado que sería "por primera vez en Galicia".
"Lo importante es comprometerse y nosotros nos comprometemos", proclamó el máximo mandatario autonómico, quien se erigió en "persona" con "un criterio" en materia sanitaria. Por ello, demandó al dirigente socialista que se aplicase esta misma "máxima" y le confesase su opinión al respecto de la supuesta "trama de altas" hospitalarias en Burela o sobre las "listas de espera".
Previamente, Pachi Vázquez mencionó la sesión de noviembre de este año en que denunció que en el hospital de Burela se daban altas hospitalarias sin realizar todas las pruebas diagnósticas porque se primaba con 30 euros las salidas del sistema sanitario. Así, le recriminó que no le haya dado "ni una prueba" y "siga sin contestar" a esta acusación, al margen --ha apostillado-- de "enfadarse y echarle la culpa a los médicos".
"Pensé que iba a aprovechar para pedir disculpas, no al Parlamento, sino a los médicos gallegos", comenzó Feijóo su respuesta al socialista y, por segunda vez, al igual que hizo el día en que Vázquez lanzó la primera acusación, volvió a "pedir disculpas en nombre de la clase política" por estas palabras.
De nuevo, el mandatario autonómico y el dirigente socialista volvieron a protagonizar una guerra de cifras sobre la espera sanitaria en Galicia. Así, mientras que el secretario xeral del PSdeG le recriminaba el "incremento preocupante" que detecta el Consello Económico e Social (CES) al respecto de las listas de espera en 2009; Feijóo defendía que, según los últimos datos de este año, se rebajó un mes la espera en las patologías más graves, al pasar de 54 a 21 días.
El dirigente socialista se fijó en el caso concreto del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) y se refirió a casos de esperas para primera visita en atención especializada, como en oftalmología, para la que se citan a más de cinco meses vista.
Feijóo admitió, al respecto, que el área de CHUS es "muy difícil" y "compleja", pero argumentó que el rendimiento quirúrgico pasó del 75 por ciento al 78 por ciento y que la espera quirúrgica en patologías graves ahora es de 20 días frente a los 52 días de media que recibió la nueva dirección. "Si me pregunta si estoy satisfecho, le digo que no; pero si me pregunta si ahora la sanidad está peor que antes, también le digo que no", ha reflexionado el presidente gallego.