El pasado domingo, decenas de miles de ciudadanos se manifestaron en las calles de Santiago en defensa de la sanidad pública, uno de los pilares de nuestro Estado de bienestar que, como producto de un largo proceso civilizador, constituye hoy nuestro estilo de vida. Pero, más allá de la explícita reivindicación sobre nuestro sistema sanitario, la consigna más repetida por los numerosos manifestantes que abarrotaron las calles de Compostela hacía referencia a la oposición rotunda a la privatización -explícita o encubierta- de los servicios públicos...
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