El Servizo Galego de Saúde, (Sergas) ha abierto un expediente de expulsión a dos opositores de su última convocatoria de empleo público. Aunque los tribunales han concluido que no hubo filtraciones en unas pruebas en las que un trabajador que sacó plaza custodió su propio examen y en las que su hermana consiguió la segunda nota más alta, también reconocen que no se respetó el principio de igualdad.
Los expedientes, de los que el Sergas informó ayer en la mesa sectorial, son el paso previo a la expulsión de los trabajadores, aunque esta decisión todavía no está tomada. Uno de ellos se debe al recurso de otro opositor y el otro fue abierto a iniciativa del propio Sergas. Ambos se basan en el argumento de que la cercanía familiar de los opositores al personal de recursos humanos pudo darles información privilegiada.
La convocatoria suscitó una gran polémica e incluso provocó la dimisión de la responsable de recursos humanos, algunos de cuyos familiares lograron las mejores notas. Además, el Valedor do Pobo advirtió de estas irregularidades, si bien no encontró pruebas de las filtraciones. El miércoles, emitió un informe provisional en el que resaltó unas recomendaciones encaminadas, entre otros aspectos, "a separar de los procesos selectivos a las personas que indebidamente forman parte de los tribunales".
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